martes



Con una voz, que hace tiempo no oía salir de mi garganta
Canté
Entoné aquella canción, que durante tanto tiempo me había resultado insulsa, aquella que tanto color y significado había perdido, y que ahora, nuevamente tomaba luz.
Apreté la manita de Lucía, antes tan fragil y ahora ya parecida a la de una mujer.
Y miré a mi alrededor.
La multitud me abrumó, miles de caras, con viejas heridas de hambre, hoy sonreían satisfechas ante un futuro alentador.
Antes de cantar la última frase
alcé la vista al cielo y pensé
hoy si con orgullo el pueblo viste tu color.
Lucía me miro y sonrío.
"Oh juremos por gloria morir."

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