martes

Gota a gota caen pedazos de cielo, buscan cabellos para recorrer, manos que acariciar, rincones donde estancarse. Se resbalan sobre las hojas, corren por los tejados, rozan tu piel.
 Días que se escapan de las manos. Gotas de lluvia que se escapan entre los dedos. Arañas que se escapan del tiempo. 
Transeúntes encontrados, nubes de palabras flotando. Solo manos, una lluvia que no se atreve a mojarlos. Solo pies, un camino, un perfume de aventura en sus cabellos.
Caen las gotas, cuatro arañas, y un paseo.

sábado

Un papel en la mano y una lapicera como testigos de una inspiración que nunca llega a concretarse, pero que sin embargo, esta ahí, uno la percibe y la toca, la huele y le hace cosquillas, se le ríe en la cara y así como llega ¡zaz! se escabulle en cuanto uno intenta atraparla, se escurre entre las finas líneas de los dedos, y lo deja a uno solo, con un sentimiento de vacío, con esa especie de humedad entre las manos, que en un par de minutos un café y una galletita secarán. Y luego, de nuevo a la terraza, a la cima de tu cabeza, con un libro que desprende recuerdos, un cuento que se mete entre tú pelo y golpea tu razón. Y ahí quedás, atontado entre palabras, intentando unir letras, coser cables, arreglar ese botón que acaba de caer. ¡plin! son dos botones ahora ¡plin, plin, plin! más más, y mirás tu camisa que no tiene tanto espacio, y el pedacito de hilo que seguramente no alcanzará. Y la mano, independiente del cuerpo, comienza a dibujar frases en el aire, en el papel, que alguien más le dicta, porque de eso estás segura, no sos vos, tu mente esta pensando todavía en el hilo y el botón y el agujero de tu camisa. Entonces mirás y lo ves de nuevo, jugueteando en tu nariz, en tus orejas, se cuelga de tu tímpano, te acaricia suavemente el cuello, y suena un timbre, y se va. Y vos lo mirás sin moverte todavía, sentado en tus silla, y le gritas ¡volvé! pero es tarde, y el teléfono sigue sonando. Y lo puteas, soltas tu lapicera y mirás la hoja, ahora llena de un monton de palabras, palabras, letras y una inspiración escurrida.