miércoles

Subir a la parte más alta de la casa
mirando ante uno a la intimidante noche,
congelarse las puntas de los largos cabellos
mientras los dedos en movimiento
toman calor con un lápiz.
Objeto que se irá convirtiendo 
en una nueva extremidad de la mano,
la cual se sobresaltará 
junto con el resto del cuerpo
al captar en el ambiente
gritos, ladridos, hasta obligaciones llamarte,
irrumpiendo tu soñar despierto.
No te permiten estar solo,
son dueños de todo.
Mirar nuevamente la intimidante noche
cada vez más negra y atormentante 
los sonidos siguen estando,
pero ya no los oís
las obligaciones te aguardan
pero ya no importan,
mente en blanco, brazos fríos, ojos estrellados
esperando ver en la luna alguna respuesta reflejada.
Tuya cada vez más inmensa la noche
Puro mucho menos frío el aire
Callado esta vez más satisfactorio el silencio
Intimidantes cada vez más reales tus sueños.

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