jueves

El colectivo para mi sola. 
Todo luces, todo asientos. Solo mío.
y claro un poquito tal vez; del colectivero.
El conductor todo pequeño. Todo serio, pequeño y silencio. 
Lo único que a veces lo delata, es su mirada en el espejo.
mirada tal vez algo cansada de domingo a la noche.
Un domingo a las 23.47 vacío. Como el colectivo.
El colectivo para mi sola. por calles oscuras

callecitas sin peatones, sin negocios, sin ruido.
y todo ventanas que son para mi sola, que las miro todas.
Elijo el plano que más me gusta, y suspiro
ay pero cuanta satisfacción colectiva.
los asientos, todos míos. Y apoyo el pie en uno, la cabeza en otro,
y la mochila un poquito en el de atrás.
Y que si bostezo, si río, si canto, total; todo mío.
Y domingo 23.58 y el colectivo todo mío frena en la esquina.
El colectivero también suspira y suben tres.
tres personas que ocupan tres de mis asientos
y me tapan tres de mis ventanas.
Y medio.
medio que me acomodo
y ya no me estiro sino
que medio que me duermo.
Y al ratito despierto
y el colectivo que vuelve a ser todo mío
ya casi llega
y me paro y toco un poquito mi timbre
Y el conductor
medio que se acomoda
y con su suspiro que me dice
al fin. todo mío.
el colectivo para mi solo.

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